¡Las segundas oportunidades en las parejas!

Ay, el amor… Esa fuerza invisible que nos hace escribir poesía, cantar en la ducha o comprar esos chocolates carísimos en un intento desesperado por impresionar a alguien. Pero, ¿qué sucede cuando ese amor, que creíamos extinto como los dinosaurios, resurge de las cenizas cual ave Fénix y nos pide una segunda oportunidad? ¿Es un regalo del destino o simplemente el universo nos está gastando una broma cósmica?

1. El Boomerang Amoroso: Todos hemos tenido ese ex que se comporta como un boomerang. Lo lanzas, crees que se ha ido para siempre, y ¡zas! regresa cuando menos te lo esperas, justo cuando habías decidido comprar algunas plantitas y convertirte en una persona independiente y autosuficiente. La pregunta es: si vuelve, ¿debemos atraparlo o esquivarlo?

2. El «Software» Actualizado: Imagina que tu relación es un programa informático. La primera vez, tal vez estaba lleno de errores, se colgaba constantemente y tenía problemas de compatibilidad. Pero ahora, con el tiempo y las actualizaciones (léase terapia, autoreflexión o simplemente madurar un poquito), puede que funcione mucho mejor. ¿Vale la pena reinstalarlo? ¡Ojo! Asegúrate de que realmente ha sido actualizado y no es solo una versión en «modo incógnito».

3. El efecto «Déjà vu»: Salir de nuevo con un ex puede ser como ver una película por segunda vez. Sabes qué esperar, conoces los giros de la trama, pero, ¿y si esta vez encuentras detalles que te habías perdido? Tal vez te des cuenta de que el villano no era tan malo o que el final tiene un nuevo significado. Por otro lado, también puede ser que te des cuenta de por qué dejaste de ver esa película y se te quitan las ganas, para siempre, de volver a verla una tercera vez.

4. El mito del «espacio»: «El culpable de nuestra ruptura fue el difícil momento que nos tocó vivir, no nosotros», es una frase popular entre los románticos reincidentes. Y tal vez tengan razón. A veces, un poco de espacio es todo lo que necesitas para recordar cuánto extrañas los ronquidos de tu pareja o su obsesión con coleccionar imanes de nevera. ¿Quién hubiera pensado?

Conclusión: Las segundas oportunidades en el amor son como volver a comer esa pizza que dejaste en el refrigerador durante días. Puede ser una experiencia reconfortante, o puedes preguntarte por qué te pareció una buena idea hacerlo. Sea cual sea el caso, recuerda que el amor, al igual que la pizza, a veces es mejor cuando es fresco, pero también puede sorprenderte gratamente cuando le das una segunda oportunidad. ¡Salud por los boomerangs amorosos y las actualizaciones sentimentales!
 

Tal y como dijo Maritere Lee: «El problema de las segundas oportunidades es que al regresar, no aceptamos que ya somos otros».

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