Cuando la Llama del Amor ya no Tiene Ni una Pequeña Chispita: Pasos para Afrontarlo con Humor

Hagamos un minuto de silencio.
Si has llegado al punto en que la llama del amor no solo ha menguado, sino que se ha apagado por completo, y no hay ni rastro de humo en el aire, estás en el punto de decir: «Vaya, ¿dónde quedó el extintor?»

Pero incluso en esos momentos, el humor puede ser un fiel aliado para procesar la situación. Así que, con un guiño cómico, veamos cómo abordar ese apagón amoroso:

1. Autopsia de la llama:
Antes de enviar esa llama al más allá, haz una «autopsia humorística». ¿Murió por asfixia debido a los calcetines sucios dejados en el sofá? ¿O fue una sobredosis de series románticas que establecieron expectativas poco realistas?
Analizar lo que pasó puede ser terapéutico, y verlo con humor, aún más.

2. Cita con uno mismo:
Si con tu pareja las citas ya parecen reuniones de negocios, es hora de tener una cita contigo. Vístete elegante, ve al cine, y cómete todas las palomitas tú sola. Porque, ¿quién dijo que no puedes ser tu propio romance?

3. Fase de luto con helado:
Es una regla no escrita que, tras el fin de una relación, se debe consumir al menos un envase de helado, ¡y con la cuchara sopera!
Si no te gusta el helado, ¿pizza?, ¿chocolate? ¡Lo que sea! Asegúrate de elegir un sabor que tu ex detestara, ¡así te sabrá aún mejor!

4. Reinventar la chispa… para uno mismo:
Si la llama del amor se apagó con tu pareja, ¡enciende una nueva para ti! Prueba ese hobby que siempre quisiste intentar. ¿Clases de ukelele? ¿Pintura con los dedos? Es el momento de brillar con luz propia.

5. Consejero amoroso: Mascota:
Si sientes que nadie te entiende, tu mascota siempre estará ahí. Habla con tu gato o con tu perro sobre tus problemas amorosos. Aunque su consejo será probablemente «dame más comida», al menos es un oyente leal y, ¡hasta parece que te entiende!

6. Terapia de risa:
Ver comedias o leer libros humorísticos puede ser una buenísima terapia. Al fin y al cabo, reír es una excelente medicina, y puede ayudarte a ver el lado positivo incluso en los momentos más oscuros.

Conclusión:
Aunque el final de una relación o la pérdida de la chispa amorosa pueden ser dolorosos, recordar reír y buscar el humor en la vida puede ser una valiosa herramienta de resiliencia. Porque al final del día, aunque una llama se apague, siempre está la posibilidad de encender otra, ya sea de amor propio, nuevas aventuras o, quién sabe, un nuevo romance en el horizonte.
¡A seguir adelante con una sonrisa!
 
Tal y como dijo Edisson A. Cajilima Márquez: «Quizá el aire que ahora me falta es aquel que te di para que pudieras respirar».

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