No es por criticar, pero…
En el vasto universo de personalidades humanas, hay una especie particularmente fascinante: los Eternos Insatisfechos, aquellos para quienes criticar es casi tan vital como respirar. Si no están señalando cómo el café podría estar más caliente, están debatiendo por qué la última película de moda es un desastre cinematográfico. Vamos a sumergirnos en un día típico en la vida de estos críticos a tiempo completo.
1. La Mañana: Un Despertar Crítico
Nuestro crítico se despierta y lo primero que hace, incluso antes de bostezar, es criticar el sonido del despertador. «Demasiado estridente», murmura. Desayuna mientras señala que los cereales de hoy en día ya no son lo que eran. Y ni hablemos del clima; ya sea sol o lluvia, siempre hay algo que criticar.
2. El Trayecto al Trabajo: Una Odisea de Opiniones
En el transporte público, nuestro protagonista no pierde la oportunidad de comentar sobre todo, desde la moda hasta la política. Cada persona en el tren es un artículo de crítica andante: «¿Quién le dijo que esos zapatos combinaban con ese bolso?», reflexiona en voz alta.
3. En el Trabajo: El Auditorio de las Quejas
El lugar de trabajo se convierte en un escenario para sus observaciones. La reunión de la mañana es «demasiado larga y poco productiva». El café de la oficina es «una broma de mal gusto». Y, por supuesto, los proyectos de los colegas podrían ser «mucho mejores» si se hicieran a su manera.
4. La Hora del Almuerzo: Crítica Gourmet
La hora del almuerzo es el momento perfecto para convertirse en un crítico gastronómico aficionado. Nuestro crítico despotrica sobre la comida: «Esta ensalada está demasiado aliñada», y «¿cómo pueden llamar a esto un ‘filete’?».
5. La Tarde: Redes Sociales y Críticas 2.0
Las redes sociales son su campo de batalla favorito. Aquí, nuestro crítico se desata, comentando y criticando todo, desde publicaciones de amigos hasta noticias internacionales. Cada post es una oportunidad para demostrar su «superioridad intelectual».
6. La Noche: El Crítico en su Hábitat Natural
La noche es para ver series o películas, siempre con el dedo en el botón de crítica. «Esta trama es predecible», «Ese actor no sabe actuar» y «¿Quién escribió este guion, un niño de primaria?» son comentarios habituales.
7. Conclusión: Dormir para Recargar la Crítica
Finalmente, nuestro crítico se va a la cama, pero no sin antes criticar lo incómoda que es (aunque la haya comprado hace poco). Se duerme pensando en todas las cosas que podrá criticar mañana.
En resumen, para los Eternos Insatisfechos, la vida es una constante oportunidad para expresar su desacuerdo con todo. Aunque a veces puedan resultar agotadores, también nos recuerdan la importancia de ver el vaso medio lleno de vez en cuando. Al fin y al cabo, ¡no todo puede ser tan malo!
Y es que hay personas muy extrañas que calumnian, critican, juzgan, se burlan y desprecian a cualquier ser vivo… Entonces, vuelven a sus casas y no logran entender por qué sus vidas están llenas de frustración, de amargura y de desilusión. Así que, no hables mal de lo que no sabes, no te metas en lo que no te importa y no juzgues lo que no has visto ni tienes ni p… idea. Porque, en realidad los que te critican te hacen saber que tienes mucho de lo que a ellos les falta.
Tal y como dijo alguien muuuy inteligente: «No vivas dando explicaciones porque tus amigos no las necesitan, tus enemigos no las creen y los estúpidos no las entienden».